Por último y no menos importante, al salir de la consulta veterinaria, tu gato puede estar un poco perdido y con miedo, es por ello que debes brindarle la misma tranquilidad con la que llegaron al lugar para dirigirse nuevamente a casa. Estando en el hogar, ábrele la puerta y déjalo que sea él quien explore nuevamente su casa y se sienta tranquilo de estar allí. De esta manera tu gato vivirá una buena experiencia y no tendrás que preocuparte la próxima vez que vuelva a otra consulta.
Si tu mirringo sufre de estrés o ansiedad de forma permanente o muy a menudo, es aconsejable que hables con el veterinario para que te dé recomendaciones específicas sobre cómo puedes ayudar a tu mejor amigo.